viernes, 9 de octubre de 2015

Improvisación

En clase de guionismo nos hicieron crear en 20 minutos un cuento, solo se nos dio una regla, el cuento debía terminar con la frase: “Solo serían 7 días, pero aquella semana fue para siempre”. Esa frase la verdad no me gustó, además de que durante el tiempo dado los chicos estaban haciendo ruido, y bueno, no me agradan mis compañeritos de clase, pero bueno les dejo el pobre resultado del ejercicio de "creatividad":


“Solo serían 7 días, pero aquella semana fue para siempre”, La frase aún resuena en mi cabeza, tan cursi, tan exasperante, que no la puedo olvidar, y pensar que alguna vez consideré que la persona que la empleo era alguien inteligente, pero no, me salió con esa pendejada, ya ni en las novelas que ve mi mama. En honor a la amistad que alguna vez nos unió debo disculparlo, aunque sea un poco, y es que el pobre nunca antes estuvo con alguien, ¿cómo iba alguien a querer estar con él?, su aspecto descuidado, su evidente desprecio por las convenciones sociales, y su extraño olor no lo hacían precisamente un candidato ideal. Los que éramos sus amigos siempre se lo dijimos, pero no nos hacía caso, supongo que consideraba que no teníamos voz ni voto, solo nos veía muy de vez en cuando y nunca pudimos ni acostumbrarnos a su olor, ni ocultarle nuestra molestia, sabemos que eso lo exasperaba, pues ese olor era el único aspecto de su persona que no podía cambiar. Ni el mismo era consciente de la procedencia del olor, su aparente orfandad no le permitía tener una respuesta directa, ni genética, y nos contó que, en algún momento buscó ayuda por todos los medios, pero que se hartó de ello, de no obtener respuesta y de que lo vieran como un fenómeno de la ciencia y mando todo a la mierda. Por eso cuando la encontró se aíslo del mundo, paso cada segundo con ella, su supuesta madre, que hedía con la misma intensidad, quiso presentarnosla, pero si con el teníamos más que suficiente, no quisimos, para nada, acercarnos a la dupla. Evidentemente enloqueció de felicidad, una persona que aceptaba estar con el más allá de un día completo era algo nuevo para él, pero poco a poco empezó a hartarse, ella estaba más necesitada de afecto que él, supongo que porque llevaba más tiempo sola, y empezó a asfixiarlo, además, como ya he mencionado él no solo tenía en contra su olor, sino que tenía un carácter desagradable, y se enojaba con facilidad. Cuando llegó al punto de no retorno, explotó, no pudo soportarlo más, y se deshizo de ella. ¿Cómo? No tengo idea, lo único que sé, es que ahora, regresando del manicomio donde se encuentra confinado, no puedo evitar pensar que definitivamente esa mujer lo trastornó, pues esa frase, estando él en sus cinco sentidos, jamás la habría empleado, la repito y aún se queda pegajosa y desagradable en mi mente: “Solo serían 7 días, pero aquella semana fue para siempre”. 

No hay comentarios: