martes, 19 de marzo de 2013

(Des)esperando


Es como ese concurso al que siempre quisiste entrar, llegaba la fecha limite y no tenías nada, ni un párrafo, solo estabas lleno de buenas intenciones y te decías para la próxima, con una sonrisa en la cara. Así se te pasaron los años, uno tras otro y siempre la misma cantaleta: "Será el siguiente". Decías estar esperando el momento adecuado, te inventabas situaciones, musas susurrando de buenas a primeras en tu oído "ahora es cuando".

Siempre supiste que no era la desidia en la que te escudabas, era miedo. En vez de musas tenías fantasmas gritando hasta dejar sorda tu alma, pero sonreías y esperabas, jamás aceptaste pelear con esas voces, esperabas el milagro. El milagro que sucedió -o pudo suceder- en sus ojos, pero que dejaste ir, porque las voces cruelmente te engañaron, te hicieron creer que era una alucinación. Pobre idiota crédulo.

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