domingo, 10 de febrero de 2019

Más botellas

Las palabras cuestan.

Concebirlas, ordenarlas, escribirlas.

Esa última parte es la dolorosa.

El proceso para el nacimiento de un cuento, de un poema, de una novela varía, puedes escribir de una sentada todo, puedes por el contrario hacerlo en años. La crianza de los textos hasta su madurez, las correcciones después del parto pueden tomar más tiempo aún.

Escribir es comprometer. Al autor con el texto, al texto con el lector, al lector con el autor.

A veces los tres son la misma cosa. A veces los tres no podrían ser más diferentes. Lo que es seguro es que el contacto los mezcla, los cambia y ya no salen igual, aunque puedan creer que sí, dejan algo de sí y toman algo del otro, así el otro sean ellos mismo.

Eso va a pasar acá, de nuevo, he vuelto.

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