viernes, 4 de diciembre de 2015

El giro semiótico (Fragmento)

Serres dice, acertadamente, que sólo hay que temer la solidez, es decir, que las cosas se solidifiquen, y señala que los fragmentos son cosas que, al haberse roto ya, no pueden seguir rompiéndose. Por eso son muy sólidos. Así que de entrada no podemos pasar por alto que el fragmento, de alguna manera, es ante todo la añoranza de una totalidad perdida: cada fragmento es nostálgico. Pero a continuación debemos entender que el fragmento es lo menos fragmentario que puede haber. El fragmento es duro, no se rompe, es el resultado de una rotura que ya no se repetirá.  


Paolo Fabbri

Me he roto tantas veces, y cada vez al reconstruirme muere un poco de mi, pierdo fragmentos. ¿Cuántas veces más me voy a romper? Me gustaría decir que ninguna, pero se que no es así, se que cada reconstrucción la fragilidad del todo incompleto me acerca más a una nueva fragmentación. Al final no quedará nada mi, nada más allá de un fragmento, y entonces dejaré de romperme, pero también dejaré de ser, el presente no importará más, seré pura añoranza, más de lo que ya lo soy.

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