sábado, 11 de agosto de 2012

La censura, ¡maldita censura!, me va a matar


Creo que a mi eso de ser parte de un proyecto editorial para hacer libritos con cuentos recolectados para niños no se me da, o al menos no con el equipo que tengo que trabajar, bueno más bien los de arriba, y es que nosotros somos los recolectores de los cuentos, los buscamos transcribimos y entregamos dependiendo del tema que vaya a tratar el libro, apenas vamos por el segundo, son cositas de nada apenas como 6 o 7 cuentos con ilustraciones muy buenas hechas por una compañera y que son para donar a niños de primaria y en algunos casos secundaria.

Bueno el punto de mi rabieta, porque si cada vez que veo el resultado de la edición me da por enojarme, es la estúpida censura que trabaja al máximo, entiendo que hay cosas que los niños de cierta edad no deben leer -o al menos trato de entenderlo ya que yo a esa edad leía lo que cayera en mis manos y el motivo por el que resulte como resulte en definitiva nada tuvo que ver con mis lecturas sino con problemas familiares, de educación provocados por los métodos no recomendables de mis padres cofcofsobreproteccióncofcof, la televisión y tal vez una que otra mala influencia en la escuela aunque la que se dejaba influir era yo- el punto es que de forma teórica logro entender que no quieran que un niño lea cosas demasiado descriptivas y entiendo incluso en la practica que no quieran que lean insultos y cosas relacionadas al sexo -repito libros para niños de primara que son desde los 7 años aproximadamente- pero hay cosas que son simplemente absurdas de quitar.
Y lo peor es que esto de la censura es nuevo, desde hace poco tiempo que la gente empieza a querer criar a los niños dentro de una burbuja dando como resultado niños enfermizos y porque no decirlo un tanto idiotas -los que acatan por completo los cuidados extremos de sus padres y maestros- o niños rebeldes, violentos que a la fuerza se alejan de estos cuidados y por lo tanto todo lo que tomen por si solos lo hacen desde el peor punto y no desde el mejor. 

Si el cuento de Hansel y Gretel -uno de los pocos que al menos hasta donde se no sufre de censura a pesar de que la niña empuja al horno a la bruja y esta se quema- fuese escrito en esta época en seguida sería tachado de violento y o la bruja no se quemaría o el cuento tendría que ser re-escrito para un público lector con más edad. Claro no estoy diciendo que toda la sociedad funcione así pero lamentablemente esta actitud ante la forma de educar se va expandiendo, haciendo que los niños de ahora: nuestras esperanzas en el futuro crezcan sin capacidad de discernimiento y sean fácilmente impresionables y por supuesto de mente cerrada.

De alguna forma me estoy desviando de lo que quiero decir -una de mis habilidades de siempre- el punto primordial es que estoy molesta porque quitaron un fragmento inofensivo de un texto al editarlo:

"-Oye, tú, pigmeo –dijo el gigante-, ¿a qué vienen estos redobles?, ¿cómo te atreves a despertarme en el mejor de mis sueños?

-Estoy tocando el tambor para indicar el camino a las huestes que vienen tras de mí.

-¿Qué se les ha perdido en mi bosque? –preguntó el gigante.

-Quieren acabar contigo y limpiar el bosque de monstruos como tú.

-¡No me digas! –replicó el gigante-, los aplastaré como a hormiguitas.

-¿Estás seguro de poder hacerlo? Cuando vayas a agacharte para atrapar a uno, dará un brinco y se esconderá; y cuando te tumbes a descansar y te duermas surgirán de detrás de los arbustos y se encaramarán a tu cuerpo. Cada uno lleva un martillo de acero en su cinto y con él te golpearán en el cráneo.

El gigante se puso de mal humor y pensó: “Si me enfrento a esa astuta muchedumbre es posible que me partan el cráneo. Para librarme de los lobos y de los osos me basta con retorcerles el pescuezo, pero no sé cómo defenderme de estas lombrices”.

-Escucha, mozalbete –dijo el gigante-; vete de aquí, y de ahora en adelante te dejaré en paz a ti y a tus compañeros; si deseas algo más dímelo, pues quiero complacerte.

-Tienes las piernas muy largas –dijo el tamborilero y puedes correr mucho más aprisa que yo; llévame a la montaña de cristal, y haré una señal a los míos para que se retiren y te dejen en paz."


Para reemplazarlo por esto:

"-Oye, tú, enano–dijo el gigante-, ¿a qué vienen estos ruidos con tu tambor?, ¿cómo te atreves a despertarme en el mejor de mis sueños?

-Estoy tocando el tambor para indicar el camino a los viajero que vienen tras de mí.

-¿Qué se les ha perdido en mi bosque? –preguntó el gigante.

-Quieren acabar contigo y limpiar el bosque de monstruos como tú.

-¡No me digas! –replicó el gigante-, los aplastaré como a hormiguitas.

-No, por favor- suplico el tamborilero-. Y lo convenció de ayudarlo.


-Tienes las piernas muy largas –dijo el tamborilero y puedes correr mucho más aprisa que yo; llévame a la montaña de cristal."

Como ya he dicho entiendo que quiten lo que se puede considerar como insultos y también aceptaría que editen el dialogo y se de a entender que la muchedumbre puede dañar al gigante al ser mucha quitando lo del cráneo y los pescuezos, pero que reemplacen todo eso por: "-No, por favor- suplico el tamborilero-. Y lo convenció de ayudarlo" Simplemente me hace explotar de bilis, ya ni con las fábulas de Esopo se hacen semejantes ediciones.

En fin después de mi queja -veo venir que tendré que salirme de ese proyecto tarde o temprano- me largo ah y por cierto si quieren leer el cuento completo (el original) se llama "El tamborilero" y es de los hermanos Grimm, si no lo encuentran me avisan que yo lo puedo subir dado que ya lo tengo transcrito a word.

1 comentario:

Medina E. dijo...

¡Qué exageración! es decir, tal vez es correcto omitir las malas palabras o lo del cráneo y el pescuezo (aunque yo a los 7 años creo haber leído cosas peores) pero lo del final ¡parece que quieren acortar el cuento!
Y es algo que siempre ha sucedido ¿Cambiar la historia original por una versión más corta o más inocente y que pierde toda esencia de la primera? no quiero mencionar a nadie pero... cof, cof, disney.
Pero tú tienes que intentar que eso no sea algo que te supere porque si bien es una cosa bien molesta no debe quitarte el placer que sientes al hacer tu trabajo de edición.