Función
de la literatura
En la crítica de la
literatura latinoamericana actual, se debe conocer aunque sea de forma general
el recorrido histórico por el que ésta pasa desde que se empezó a escribir en
el continente, aunque no fuera considerada propiamente como latinoamericana,
dado que, era escrita por individuos no pertenecientes a esta región. La
crítica empieza con teorías explicativas propias, el individuo latinoamericano
ya no cree o no acepta la definición que le es impuesta y busca: descubrir
quién es, a través de estudios culturales y con fundamentos en la antropología,
sociología y literatura. Pero la velocidad con la que el mundo cambia es la
misma dentro de la literatura, así como la de su crítica y por ende estos
estudios se modifican, ello da lugar a que se tengan, hasta ahora, dos grandes
bloques que han sido denominados “historicismos”. En ellos se ha ido desde la
búsqueda del cómo es que surge la literatura latinoamericana y si esta obedece
a una transculturación o a una heterogeneidad hasta el estudio del otro; del
migrante heterogéneo, la cultura híbrida y la sociedad periférica.
No
debemos olvidar que todos estos estudios en torno a la literatura se conforman
de tres elementos fundamentales –no pertenecientes de manera exclusiva a la
literatura–; el autor, la obra y el público, como dice Candido. Y es aquí en
donde es posible explayarse sobre estos puntos; con el autor se habla sobre su
posición y función en la sociedad, en cuanto a la obra se habla de la ideología
y valores sociales los cuales contribuyen al contenido y de los sistemas de
comunicación que lo hacen a la forma, por último, en el público se habla de su
papel como el receptor y del gusto.
Si
se analizan en conjunto las teorías y los elementos, se deduce, casi inmediata
y erróneamente, que se está viendo a la literatura como algo que va
necesariamente más allá de ser un producto meramente estético, que se encuentra
cumpliendo en todo momento alguna función de tipo tal vez un tanto social, un tanto
política. Si bien es cierto que es inevitable, podría decirse que hasta
innegable, que en la literatura se encuentra proyectada –así sea en su mínima
expresión– la realidad, ello no significa que tenga un fin práctico. En este
sentido la respuesta del escritor guatemalteco Augusto Monterroso en una
entrevista ante la pregunta sobre el fin social y político de la literatura es
realista, tanto que puede llegar a doler:
“Es
un producto social y a veces pretende tener un fin político; pero debemos
partir del hecho que la literatura en sí misma no tiene ninguna utilidad, ni
mucho menos sirve para transformar nada, suponiendo que algún escritor pretenda
sinceramente cambiar algo, ya sea la sociedad o al hombre. La transformación
del último es demasiado problemática para que la consideremos aquí; en cuanto a
la primera, es tarea de los políticos o de los hombres de acción que pueden
llevar algunas ideas a la práctica”. (2000, 53).
No
obstante, como mencioné, esta deducción es errónea pues las teorías que han surgido
en los estudios sobre los que trabaja la crítica de la literatura
latinoamericana no pretenden darle este sentido de “fin social” que le
atribuían (en cierta medida aun se lo atribuyen) los sociólogos y psicólogos.
Es por este motivo que en el texto “Literatura y vida social” Candido abre
hablando sobre estas formas de interpretación errónea que fueron aceptadas de
forma simple, aclarando que la sociología debe ser considerada solamente como
una ciencia auxiliar en el fenómeno literario.
Entonces
habría que preguntarse cuál es el rol que cumple la obra o si es que tiene un
rol más allá del estético, cuál es la función del escritor para con la sociedad
y viceversa. Retomando las teorías de la crítica es lógico que la obra está
siendo tomada como un objeto de estudio por medio del cual se prueban sus
ideas: la transculturación da obras y autores que muestren: una mezcla entre
culturas y cuyos personajes son en su mayoría mestizos que han integrado las
costumbres de su herencia, la heterogeneidad por su parte nos muestra obras en
donde se muestren las separaciones entre las culturas o la negación a aceptar
al otro.
La
literatura entonces se convierte en una especie de fotografía de la realidad
ideológica que vive el autor, haciendo que regresemos una vez más a la cuestión
de la función del escritor para con la sociedad y viceversa; ¿es necesario que
este retrate su sociedad? ¿O es algo que le es imposible de evitar dado que se
encuentra sumergido en ella? “Los hombres son hijos de su época” esta frase –no
la recuerdo con exactitud– que escuche a un profesor, tiene mucho de verdad y
es que haga lo que haga el escritor no puede deslindarse de su realidad y
evitar plasmarla en su obra y es aquí en donde se responde el “viceversa”; la
función de la sociedad para con el escritor que es la de asimilarlo y hacerlo
suyo o aplastarlo a como dé lugar –según Monterroso– opciones a las que se
puede incluir una tercera: ignorarlo.
Se
tiene entonces que la función de la literatura es la de poner en evidencia las
ideologías de los pueblos y ofrecer el panorama del sentir que lleva al de la
identidad de los individuos, siendo la base de las teorías de la crítica.
Bibliografía
Monterroso, Augusto, Et
all. 2000. Viaje al centro de la fábula.
México, D.F.: Alfaguara.
Candido, Antonio. 2007.
La literatura y la vida social.
México: Universidad Nacional Autónoma de México.
-------------------------------------------------
Deje la bibliografía por si les interesa conseguir esos textos, no creo que tengan problema consiguiendo el de Monterroso, pero si llegan a necesitar por algún motivo el de Candido y no lo pueden conseguir me avisan y yo se los envió.
1 comentario:
¡Qué lindo! la verdad es que me pareció un trabajo muy bueno, está bien hecho y es interesante y entretenido. Hasta el momento nunca me había puesto a pensar sobre este tema, ya que conozco poco acerca de la literatura latinoamericana, pero ahora leyendo lo que has escrito (y basándome en lo poco que puedo considerar como obras latinoamericanas y que he leído) se me aclara bastante más el panorama y en especial en esta época en la cual en el colegio me dan para leer textos como "el matadero" de Echeverría y el "Martin Fierro", entre otros bastante similares :D
Publicar un comentario