martes, 31 de marzo de 2015

Lectura de verano

No se imagina lo que el fotógrafo puede buscar pero sabe que, sea lo que sea, ella lo posee. Le gusta pensar así, que ella, desposeída ya de todo, todavía conserva dentro, en algún lugar de sí misma, el imán que siempre termina por atraer el hierro.

Nadie me verá llorar. Cristina Rivera Garza

Matilda y Joaquín se persiguen y quiero creer que todo acabara bien, pero sé que no será así, sé que a pesar de que se complementan las cosas acabaran mal para ellos. Ella esta loca y el es adicto a la morfina, mientras sigan en la Castañeda no veo problemas, pero... fuera de esas paredes...

Me gustan mucho los dos personajes, amo el romanticismo ingenuo de Joaquín respecto al arte, respecto al amor. Matilda y su locura basada en el olvido y el rechazo deliberados, que la convierten en una locura escogida me parece maravilloso. Además el que la novela nos de un recorrido tan natural por la Castañeda, sacándola de su mítica historia de pasado glorioso a vertedero de humanos, al darnos la historia de esos dos para quienes existe un resurgimiento en ese lugar es muy interesante, y nos dice mucho respecto al lugar que ocupan este tipo de instalaciones.

En fin, estoy muy feliz, siento que esta novela fue mi mejor elección para vacaciones, porque los otros libros que saque de la biblioteca son para la puta tesis. Ahora debo posponer su lectura, para cuando me vuelva a hartar de la teoría.

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