lunes, 16 de febrero de 2015

Idiotas

De repente todo el cuerpo se le enfría y se va llenando de un nerviosismo y unas ganas de llorar inmensas; el mundo le cae encima, junto con las ganas de gritar y destrozar todo. 

Le dan ganas de zarandear al amigo que le esta contando sus problemas y señalarle los errores que son tan obvios. El nerviosismo previamente mencionado surge porque cae en la cuenta; sus propios problemas han de tener los mismos errores obvios que los del amigo idiota con el que esta hablando. El problema es que usted es incapaz de ver sus errores porque esta tan cegado por la idiotez como su amigo. 

La solución debería ser tan simple como la que le acaba de dar al amigo, y es el amigo el que se la debe dar, porque usted es incapaz de descifrarla, aun sabiéndola sencilla, pero se la acaba de dar de tan sabio que le avergüenza la idea de contarle al idiota sus problemas. Así que se calla y se congela con frustración, se siente impotente, se siente idiota y lo es. 

No hay comentarios: